LA IGLESIA, COMUNIÓN DE FIELES
Queridos feligreses:
Este domingo 7 de noviembre celebramos el Día de la Iglesia diocesana, una jornada anual dedicada a dar gracias a Dios por vivir en una grandísima familia: la Iglesia. Aquello que nos une a todos es Cristo, el Señor. Esta comunión invisible -es una unión por la gracia- tiene su plasmación visible en el obispo diocesano, principio de comunión con todos los fieles de la diócesis, y vínculo de unión universal con el Papa y toda la catolicidad.
Nuestro vínculo más inmediato es siempre con la parroquia o con una comunidad cristiana concreta, en la que caminamos en la fe apoyados por nuestros hermanos. La parroquia suele ser un punto de encuentro para quienes además estáis también vinculados a otras realidades y carismas: Legión de María, Acción Católica, Familia Vicenciana, Movimiento Juan XXIII, el Camino Neocatecumental, Congregaciones Marianas, Opus Dei, Comunión y Liberación, Focolares, Emaús, Efetá, Hakuna, y otro sinfín de carismas (sería larguísima la lista). Y con visos de universalidad: la llegada a la parroquia de la comunidad venezolana nos ayuda a todos a tocar más esa catolicidad en que nos convertimos siempre en un hogar.
De lo más particular, miramos también a lo más universal. La parroquia, en este sentido, llega a ser una «familia de familias», sobre todo en la celebración de la Santa Misa, donde coincidimos todos para recibir el Pan de la Vida que nos une en lo más sagrado que tenemos.
Es un día para agradecer inmensamente el gran don de vivir la comunión en la Iglesia: comunión de fe, de oración y de entrega. Recibimos mucho de nuestra parroquia por ser el cauce de la presencia del Evangelio en nuestras vidas y el lugar en que recibimos a Cristo y a tantos hermanos en la fe. Unidos a Cristo y a la Iglesia somos más. En términos teológicos, es lo que se denomina «Koinonía», la comunión de los santos de la Iglesia militante, que somos los que estamos en camino, unidos a la Iglesia que ya ha partido. Aunque en muchos casos sólo nos conozcamos de vista cuando venimos a Misa, rezamos todos los unos por los otros.
LA VIDA DE LA PARROQUIA
Las parroquias desarrollan principalmente tres actividades para beneficio de todos los fieles, sean creyentes o no: la evangelización, la santificación y la caridad. Para ello, es necesario contar con los medios necesarios y administrarlos correctamente.
- EVANGELIZACIÓN
La razón de ser de la parroquia es llevar a todos los corazones el Evangelio de Jesucristo y alcancen así la salvación. Desde la catequesis hasta las homilías, pasando por los grupos de formación, grupos de actividades y reuniones culturales y sociales, el fin último será siempre el encuentro con el Señor, de un modo u otro. Llevamos años realizando esta tarea y ofreciendo un servicio maravilloso para todo el barrio. Este año empezamos las actividades de un modo normal, con las medidas sanitarias pertinentes. Puedes ver los grupos y actividades pulsando aquí.
- SANTIFICACIÓN
El encuentro con Cristo se produce de modo más íntimo y excelso en el gran don de los sacramentos, especialmente los más cotidianos: la eucaristía y la confesión. En ellos, cada fiel «toca» a Cristo mismo, del que recibe su gracia, su gloria y su misericordia. En los sacramentos lo recibimos todo, pues le recibimos a Él. Ayuda a vivir esta realidad el cuidado que ponemos los sacerdotes en los momentos de oración y la preparación de las homilías y meditaciones.
- CARIDAD
Por nuestra pobreza personal, venimos a la parroquia a mendigar el don del Espíritu Santo, Amor del Padre y del Hijo, el gran tesoro que nos dona la Iglesia y enriquece nuestra pobreza. De Él aprendemos a donar nuestra vida, a entregarla por amor de Dios en servicio a los demás. La encomiable tarea que realiza Cáritas, las visitas a los enfermos, el cuidado de los difuntos y de sus familiares con el servicio de los Columbarios, la constante atención y servicio a todos los que vienen a buscar algo a la parroquia… Hay mil modos de vivir esta caridad. El más escondido, en cambio, es el principal: la oración de unos por otros. Esta obra de misericordia redunda después en una vida activa de entrega, servicio y ayuda.
ADMINISTRACIÓN
El desarrollo de todas estas actividades necesita que el templo y los locales estén abiertos, atendidos, limpios y correctamente mantenidos. Para ello, es necesario un personal y una gran tarea administrativa que lo permita y unos medios económicos que lo sustenten.
Dado el volumen del complejo parroquial, la feligresía ha sido siempre consciente de esta necesidad, aportando generosamente para que cada día estuviera abierta, y también para hacer realidad los diversos proyectos que con el paso del tiempo se han ido proponiendo: el primero de todos fue la construcción misma del complejo parroquial, inaugurado en 1963, un obrón que habla de la fe sólida de una feligresía que se volcó. Han seguido otras muchas actuaciones. Ahora nos disponemos a realizar una obra muy importante y, como en ocasiones anteriores, la generosidad de los fieles estará a la altura. Estamos ultimando el proyecto técnico en la Comisión de Obras, formada por la arquitecta, el proyect manager, otros técnicos y un servidor. Esperamos que en breve os podamos presentar el proyecto, cuyo fin principal es dar accesibilidad a los locales y podamos disfrutar todos de las numerosas y preciosas actividades que se realizarán.
Hay diversos modos de apoyar económicamente a la parroquia y formar parte de este gran proyecto «familiar»:
- Las colectas. Es el «crowdfunding» —como está de moda decir (recaudación de fondos)— más antiguo en la Iglesia. Y se sigue utilizando como parte del «ofertorio» de la Misa, poniendo a los pies del altar nuestra ofrenda económica para el sostenimiento de la Iglesia y la ayuda a los más pobres (la colecta del primer domingo se destina a Caritas parroquial).
- La suscripción domiciliaria. El mejor modo de ayudar a la parroquia es mediante una suscripción bancaria domiciliada por banco. Si quieres hacer una nueva suscripción o actualizar la que ya tienes, pulsa aquí.
- Los donativos. Alguna recogida de donativos nos han servido de muchísimo: las puertas correderas de cristal de acceso al templo, la creación de la rampa de acceso a sacristía, la restauración de la Inmaculada, las nuevas decoraciones de los santos, y otras muchos detalles referidos al culto y a la dignidad de los vasos sagrados y ornamentos. Por supuesto: el mayor volumen de donativos es el que recibe Cáritas parroquial, cuya actividad lleva siendo un buque insignia de nuestra parroquia desde que se abrió.
- Herencias. Gracias a las herencias que recibimos en estos últimos cinco años, hemos podido afrontar unas renovaciones de las que disfrutamos todos: en 2017 recibimos una herencia que nos permitió instalar la nueva megafonía, la renovación de las luces y la renovación de los confesionarios. En 2018 recibimos otra herencia con la que pudimos afrontar la renovación de los despachos parroquiales, que han quedado estupendos.
DEDUCCIONES FISCALES POR DONATIVOS. Las deducciones fiscales por donativos (que afectan a la suscripción bancaria como el efectivo) son importantes. Puedes ver un ejemplo pulsando aquí.
- Otro modo de ayudar a la parroquia es la adquisición del derecho de enterramiento en los Columbarios. No entra en el régimen de donaciones porque va gravado con IVA. En la actualidad, supone para nosotros el mayor ingreso, que nos ha permitido desestresar la economía parroquial y poder afrontar el proyecto de los obrones que emprendemos en breve y para los que el obispado ya nos ha dado permiso. Doy las gracias a todos los fieles que os fiasteis en su momento de un proyecto que era un mero papel con un dibujo mal hecho: gracias a las muchas solicitudes de enterramiento pudimos afrontar la construcción de unos columbarios que se han convertido en una auténtica belleza porque plasman la grandeza de nuestra fe en la resurrección futura. Y, lo más importante: la parroquia se ha convertido en el último hogar aquí en la tierra de aquellos que han participado en vida del resucitado, al que ahora esperan dormidos en esta casa de oración constante por ellos.
FONDO COMÚN DIOCESANO
Nuestra parroquia se financia gracias a vuestras aportaciones y donativos. Otras parroquias no tienen esa suerte y dependen para ello de la ayuda que las parroquias más pudientes podemos ofrecer al Fondo Común Diocesano. Igual que hacemos con la atención a nuestros fieles más necesitados, hemos tenido también la preocupación constante por atender a las parroquias más necesitadas, aportando lo que podemos a ese Fondo Común.
¡Gracias, gracias y gracias!
¡¡Muchísimas gracias por ser nuestro apoyo!! ¡Nos quedan por delante muchas cosas por hacer, muchos proyectos que sacar adelante, muchísimas personas a las que ayudar! Esta parroquia quiere seguir siendo el cauce que utilice Cristo para entrar en muchos corazones y llenarlos de su luz y su misericordia.
¡Que Él siga bendiciendo nuestros hogares, nuestros proyectos e intenciones! ¡Y la Virgen María cuide de cada uno para que podamos gozar perpetuamente de la Victoria de Cristo!
Alfredo, párroco.